De verdad que siénto muchísimo no postear más. Como ya comenté nos falló el tema de la batería nueva para el portátil, así que tenemos bastantes problemas para conectarnos a internet, puesto que, aunque hay muchos lugares con wifi, prácticamente ninguno con enchufes. Así es la vida.
Pero tengo una noticia que os gustará: ya estamos en la frontera con Finlandia. Eso quiere decir, ni más ni menos, que esta noche dormiremos en Cabo Norte. Y lo de esta noche lo digo por decir, por que aunque en estas fechas ya no se ve el sol de medianoche, igualmente no va a oscurecer. Así que la idea es quedarnos levantados hasta que se ponga el sol, y manana (malditos teclados extranjeros) ya veremos.
Por ahora pocos espanoles a estas alturas del país; apenas una caravana y una furgoneta... con vitorianos!
La verdad es que Suecia ha resultado un país increíble, aunque muchos lo acusan de monótono y aburrido. Eso es por que se han limitado a recorrerlo en coche por las carreteras principales y no se han molestado en investigar un poco. Muchas cosas para ver, mucho por hacer y algunos rincones verdaderamente increíbles. Como muestra las cataratas de Storforsen, absolutamente impresionantes. Y encima perfectamente acondicionadas para darse un paseo, un bano, hacer una barbacoa... y hasta para minusválidos! Aquí si que saben hacer las cosas.
Hace un par de días conocimos a unos jubilados de un club de conductores que hacían trabajo voluntario yendo a las areas de servicio para informar a los turistas del estado de las carreteras, resolver dudas y repartir mapas con todas las zonas de descanso del país. Llegaban con su caravana, sacaban los trastos y montaban su propio punto de información. Y eran majísimos!
La verdad es que hasta ahora toda la gente que nos hemos encontrado eran un encanto; no se si habrá sido suerte o es que son todos así...
En fin, que estoy deseando poder poner fotos y videos. Tengo mogollón. Y hasta he visto renos y alces salvajes!!!
Seguiré contando el viaje etapa a etapa cuando pueda, pero por ahora que sepais que estamos bien y que este es el mejor viaje de mi vida.
Y VIVA FUENTEALBILLA!!!
miércoles, 4 de agosto de 2010
sábado, 31 de julio de 2010
Tercera etapa
Como dirían mis adorados Vicisitud y Sordidez: post ÉPICO.
Cuando no levantamos por la mañana del tercer día de viaje no sabíamos que ibamos a cruzar tres fronteras y que terminariámos haciendo turismo por un pequeño pueblecito alemán fronterizo.
Me explico. Nos levantamos por la mañana habiéndo dormido de puta madre y con la perspectiva de hacer muchos kilómetros y, a poder ser, quedarnos cerquita del ferry (con el que cruzaríamos de Alemania a Dinamarca) antes de echar el campamento. Pero el destino nos reservaba una pequeña sorpresa.
El día empezó bien, madrugamos y llegamos rapidamente a Lille. Y cruzamos la frontera con Bélgica. Tengo videos que atestiguan todos los pasos fronterizos, pero no los pondré aquí: son un peñazo. Solo se vé carretera y una señal que más bien parece un anuncio de Eurovisión. El Bélgica las carreteras son una mierda y a los conductores parece que les han regalado el carnet en una tómbola. CAda vez más camiones. Nada remarcable; las areas de servicio pobretonas y sin fuentes. Fuímos dirección Gante (si no me falla la memoria) y cruzamos la frontera con Holanda.
Más de lo mismo, pero un trozo del camino lo hicímos por una carretera comarcal y las zonas rurales, los pueblos pequeñitos nos parecieron bastante monos. Al igual que en Francia, pasar ciudades es no enterarte: vallas, árboles y variantes que pasan a kilómetros literalmente del núcleo urbano (igualito que en casa, ¿eh?).
A media tarde empiezan los problemas, porque sin ninguna razón aparente se enciende la luz de la bateria de la furgoneta. Los que hayais hablado con nosotros últimamente sabreis que una parte importante de la inversión aconómica del viaje se fué en una revisión exaustiva y una serie de arreglos para el coche. Una de nuestras prioridades era que no hubiese peligro de quedarnos tirados en la carretera. Así que cuándo la dichosa lucecita apareció se juntaron la preocupación con el cabreo (puesto que la revisión nos había costado un dineral). Paramos en dos ocasiones para intentar averiguar que podía ocurrir, pero no sacamos nada en claro. La batería del coche sólo tiene 2 años y es buena, vamos, de marca. Así que no tenía mucho sentido que estuviese estropeada.
Como ya estabamos muy cerca de Alemania e híbamos camino de una ciudad de tamaño mediano decidimos seguir hasta esta y allí pensar en que hacer.
Los últimos 10 km fueron horribles. El coche andaba, si, pero parecia que se hubiese vuelto tarumba. Al cambiar de marchas la aguja del velocímetro empezaba a bailar arriba y abajo, si poníamos un intermitente se encendía el aire acondicionado, encendíamos las luces de cruce y se apagaba la radio... en fin, os lo podeís imaginar. Al final ya nada funcionaba, la aguja del velocímetro no marcaba nada y el cuentakilómetros dejó de contar. Cuando aparcamos en en pueblo de Mappen la furgoneta ya no arrancaba, no se encendían las luces, no teníamos intermitentes, etc.
El seguro tenía cobertura europea, no era un problema. El problema era explicar donde estábamos, porque no lo sabíamos. Así que el señor marido llamó al seguro y habló con una telefonista, que a su vez llamó a un enlace en Alemania, que a su vez llamó al club europeo de conductores (que era el que nos cubría), que a su vez llamó al taller de guardia más cercano (a las 8 de la tarde en Alemania, casi todo cerrado); y despues vuelta otra vez hasta el Señor Marido. Esto tres veces hasta aclarar donde estábamos.
Al final todo fue bién, porque uno de los chicos que vinieron con la grúa hablaba inglés y rápidamente supieron que le pasaba al coche, lo llevaron a su taller y nos hubicaron en un hotel.
Al levantarnos por la mañana no teníamos ni idea de qué iba a pasar, por que nos habían dicho que la duración de la reparación dependería de si podían encontrar la pieza. Arreglarlo no llevaría más de un día, pero la pieza... A las 11 nos digeron que estaban buscándola y que llamasémos otra vez a las 2 y media. Dimos un paseo por el pueblo (encantador por otra parte, con sus canales y todo, y mogollón de bicis) y al volver al hotel nos digeron que a las cuatro y media venían a buscarnos porque el coche... ¡ya estaba arreglado! y sólo faltaba probarlo.
¿Eficiéncia alemana o sólo ganas de trabajar? Creo que nunca lo sabremos.
Cuando no levantamos por la mañana del tercer día de viaje no sabíamos que ibamos a cruzar tres fronteras y que terminariámos haciendo turismo por un pequeño pueblecito alemán fronterizo.
Me explico. Nos levantamos por la mañana habiéndo dormido de puta madre y con la perspectiva de hacer muchos kilómetros y, a poder ser, quedarnos cerquita del ferry (con el que cruzaríamos de Alemania a Dinamarca) antes de echar el campamento. Pero el destino nos reservaba una pequeña sorpresa.
El día empezó bien, madrugamos y llegamos rapidamente a Lille. Y cruzamos la frontera con Bélgica. Tengo videos que atestiguan todos los pasos fronterizos, pero no los pondré aquí: son un peñazo. Solo se vé carretera y una señal que más bien parece un anuncio de Eurovisión. El Bélgica las carreteras son una mierda y a los conductores parece que les han regalado el carnet en una tómbola. CAda vez más camiones. Nada remarcable; las areas de servicio pobretonas y sin fuentes. Fuímos dirección Gante (si no me falla la memoria) y cruzamos la frontera con Holanda.
Más de lo mismo, pero un trozo del camino lo hicímos por una carretera comarcal y las zonas rurales, los pueblos pequeñitos nos parecieron bastante monos. Al igual que en Francia, pasar ciudades es no enterarte: vallas, árboles y variantes que pasan a kilómetros literalmente del núcleo urbano (igualito que en casa, ¿eh?).
A media tarde empiezan los problemas, porque sin ninguna razón aparente se enciende la luz de la bateria de la furgoneta. Los que hayais hablado con nosotros últimamente sabreis que una parte importante de la inversión aconómica del viaje se fué en una revisión exaustiva y una serie de arreglos para el coche. Una de nuestras prioridades era que no hubiese peligro de quedarnos tirados en la carretera. Así que cuándo la dichosa lucecita apareció se juntaron la preocupación con el cabreo (puesto que la revisión nos había costado un dineral). Paramos en dos ocasiones para intentar averiguar que podía ocurrir, pero no sacamos nada en claro. La batería del coche sólo tiene 2 años y es buena, vamos, de marca. Así que no tenía mucho sentido que estuviese estropeada.
Como ya estabamos muy cerca de Alemania e híbamos camino de una ciudad de tamaño mediano decidimos seguir hasta esta y allí pensar en que hacer.
Los últimos 10 km fueron horribles. El coche andaba, si, pero parecia que se hubiese vuelto tarumba. Al cambiar de marchas la aguja del velocímetro empezaba a bailar arriba y abajo, si poníamos un intermitente se encendía el aire acondicionado, encendíamos las luces de cruce y se apagaba la radio... en fin, os lo podeís imaginar. Al final ya nada funcionaba, la aguja del velocímetro no marcaba nada y el cuentakilómetros dejó de contar. Cuando aparcamos en en pueblo de Mappen la furgoneta ya no arrancaba, no se encendían las luces, no teníamos intermitentes, etc.
El seguro tenía cobertura europea, no era un problema. El problema era explicar donde estábamos, porque no lo sabíamos. Así que el señor marido llamó al seguro y habló con una telefonista, que a su vez llamó a un enlace en Alemania, que a su vez llamó al club europeo de conductores (que era el que nos cubría), que a su vez llamó al taller de guardia más cercano (a las 8 de la tarde en Alemania, casi todo cerrado); y despues vuelta otra vez hasta el Señor Marido. Esto tres veces hasta aclarar donde estábamos.
Al final todo fue bién, porque uno de los chicos que vinieron con la grúa hablaba inglés y rápidamente supieron que le pasaba al coche, lo llevaron a su taller y nos hubicaron en un hotel.
Al levantarnos por la mañana no teníamos ni idea de qué iba a pasar, por que nos habían dicho que la duración de la reparación dependería de si podían encontrar la pieza. Arreglarlo no llevaría más de un día, pero la pieza... A las 11 nos digeron que estaban buscándola y que llamasémos otra vez a las 2 y media. Dimos un paseo por el pueblo (encantador por otra parte, con sus canales y todo, y mogollón de bicis) y al volver al hotel nos digeron que a las cuatro y media venían a buscarnos porque el coche... ¡ya estaba arreglado! y sólo faltaba probarlo.
¿Eficiéncia alemana o sólo ganas de trabajar? Creo que nunca lo sabremos.
miércoles, 28 de julio de 2010
Segunda etapa
Despues de la noche infernal aunque, reconozcámoslo, en un sitio fantástico, decidimos por fin abordar las autopistas francesas. Son caras, pero de verdad que merecen la pena: superbien mantenidas, puedes ir a buena velocidad, las zonas de descanso y las gasolineras están limpísimas, con zonas para sentarte a comer, agua potable fresquita, baños y en las estaciones de servicio hay unas máquinas de café... mmmmmm, una delicia: cafés enormes por 1,50€, capuchinos con avellana, vainilla o caramelo... una pasada.
La pena fueron las ciudades, que no las ves al pasar porque están muy protegidas por vallas y arbolados, así que no vimos prácticamente nada de Burdeos, Poitiers, Tours, Lille o Paris.
Curiosamente en Paris descubrimos que existen personas con el gen Barakaldés de la tonteria al volante (yo personalmente creo que las pelis de Taxi han hecho mucho daño en el país), solo que hechas con cochazos de verdad y con bastante más pericia.
Nada más pasar París y siendo ya casi de noche, decidimos parar en un área ha dormir. Un sitio muy bonito y muy tranquilo... ¡a menos de 20 metros de la autopista! Lo más curioso: cuando nos levantamos por la mañana 10 metros por detrás de nosotros estaba aparcada pasando la noche una furgoneta igual que la nuestra (blanca) con matricula de Bizkaia (de un concesionario de Amurrio). Que cosas.
Ahora que ya estamos en un camping intentaré contar todo lo que nos ha pasado, pero dadme un par de días y no os arrepentiréis.
La pena fueron las ciudades, que no las ves al pasar porque están muy protegidas por vallas y arbolados, así que no vimos prácticamente nada de Burdeos, Poitiers, Tours, Lille o Paris.
Curiosamente en Paris descubrimos que existen personas con el gen Barakaldés de la tonteria al volante (yo personalmente creo que las pelis de Taxi han hecho mucho daño en el país), solo que hechas con cochazos de verdad y con bastante más pericia.
Nada más pasar París y siendo ya casi de noche, decidimos parar en un área ha dormir. Un sitio muy bonito y muy tranquilo... ¡a menos de 20 metros de la autopista! Lo más curioso: cuando nos levantamos por la mañana 10 metros por detrás de nosotros estaba aparcada pasando la noche una furgoneta igual que la nuestra (blanca) con matricula de Bizkaia (de un concesionario de Amurrio). Que cosas.
Ahora que ya estamos en un camping intentaré contar todo lo que nos ha pasado, pero dadme un par de días y no os arrepentiréis.
domingo, 25 de julio de 2010
Primera etapa
Siento muchísimo no haber podido escribir antes, pero !YA ESTAMOS EN SUECIA!
Han sido muchos kilómetros. La primera noche dormimos en Capbreton: no habíamos avanzado mucho porque salimos a las tres de la tarde de Amorebieta. Estuvimos esperando por la bateria del portátil hasta las doce y finalmente nos tuvimos que ir sin ella porque los de canal PC son unos... en fin. Despues, cuando fuimos a sacar la furgoneta del garage nos escontramos con que nos habíamos dejado una luz encendida y no teníamos bateria. Todo eran problemas ese día. Al final pudimos arreglarlo y salir.
La noche en Capbreton fue complicada. Pillamos una tormenta infernal. Dormimos en un parking al borde de la playa. Pero cuando oscureció llegó la galerna: rayos y truenos, lluvia a manta, el agua repiqueteando sin parar en el techo metálico de la furgoneta... Pero todo terminó bien y seguimos viaje.
Manana (lo siento, en Suecia no usan las enyes) más. Y mejor. Y con fotos y algún video si se puede.
Han sido muchos kilómetros. La primera noche dormimos en Capbreton: no habíamos avanzado mucho porque salimos a las tres de la tarde de Amorebieta. Estuvimos esperando por la bateria del portátil hasta las doce y finalmente nos tuvimos que ir sin ella porque los de canal PC son unos... en fin. Despues, cuando fuimos a sacar la furgoneta del garage nos escontramos con que nos habíamos dejado una luz encendida y no teníamos bateria. Todo eran problemas ese día. Al final pudimos arreglarlo y salir.
La noche en Capbreton fue complicada. Pillamos una tormenta infernal. Dormimos en un parking al borde de la playa. Pero cuando oscureció llegó la galerna: rayos y truenos, lluvia a manta, el agua repiqueteando sin parar en el techo metálico de la furgoneta... Pero todo terminó bien y seguimos viaje.
Manana (lo siento, en Suecia no usan las enyes) más. Y mejor. Y con fotos y algún video si se puede.
jueves, 15 de julio de 2010
Empecemos por el principio...
Bien, esto es más difícil de lo que parece.
Para empezar quiero pedir perdón por todas las veces en el pasado en que critiqué a la gente que escribía blogs. Me vergüenzo ahora por mis palabras: "¿pero a mi qué me importa lo que hagas con tu vida?" Por otra parte, nunca digas de este agua no beberé. Por experiencia propia puedo decir que es la frase que con más probabilidades tendrás que terminar tragándote.
Después de una temporada siendo seguidora más o menos asidua de unos cuantos blogs me he dado cuenta de dos cosas: 1) que realmente sí es interesante lo que la gente cuenta (no toda, pero mucha si), y 2) que esta es la única forma de que mi novio (ahora marido) dejara de darme la paliza con que escribiera uno. Todavía no tengo muy claro si lo hace para que no le aburra contándole mis paranoias y mis aventuras culinarias, o por que realmente cree que tengo "el don de las letras" (sic).
En realidad este blog nace con voluntad temporal, ya que servirá de plataforma para contar el viaje que mi pareja y yo emprenderemos el próximo lunes: nada más y nada menos que un peregrinaje a Cabo Norte. ¿Que no sabéis donde está eso? No pasa nada. Tu subes por Europa todo hacia arriba... ¿cuando se te acaben las carreteras? Pues ahí. (Cuando tenga más controlado el tema os pondré un mapa, por ahora no me pidáis milagros).
Para empezar quiero pedir perdón por todas las veces en el pasado en que critiqué a la gente que escribía blogs. Me vergüenzo ahora por mis palabras: "¿pero a mi qué me importa lo que hagas con tu vida?" Por otra parte, nunca digas de este agua no beberé. Por experiencia propia puedo decir que es la frase que con más probabilidades tendrás que terminar tragándote.
Después de una temporada siendo seguidora más o menos asidua de unos cuantos blogs me he dado cuenta de dos cosas: 1) que realmente sí es interesante lo que la gente cuenta (no toda, pero mucha si), y 2) que esta es la única forma de que mi novio (ahora marido) dejara de darme la paliza con que escribiera uno. Todavía no tengo muy claro si lo hace para que no le aburra contándole mis paranoias y mis aventuras culinarias, o por que realmente cree que tengo "el don de las letras" (sic).
En realidad este blog nace con voluntad temporal, ya que servirá de plataforma para contar el viaje que mi pareja y yo emprenderemos el próximo lunes: nada más y nada menos que un peregrinaje a Cabo Norte. ¿Que no sabéis donde está eso? No pasa nada. Tu subes por Europa todo hacia arriba... ¿cuando se te acaben las carreteras? Pues ahí. (Cuando tenga más controlado el tema os pondré un mapa, por ahora no me pidáis milagros).
Este es, para nosotros, el viaje definitivo. Todos los que hemos hecho hasta ahora eran de entrenamiento. Así que el lunes tomaremos las rutas del norte y atravesando Europa nos dirigiremos a cruzar la línea del circulo polar Ártico... Suena bien, ¿eh? Así como muy ÉPICO. Y lo mejor es que vamos a la aventura de verdad. Con nuestra furgoneta cargada de comida, agua, mudas, campingaz y la sola ayuda de unos cuantos mapas. Ni siquiera tenemos una ruta marcada, sólo una idea general de por donde queremos ir hasta llegar a Suecia y de ahí en adelante... Que los dioses nos protejan.
Así que estos son los planes. Espero poder postear cada pocos días e ir contándoos lo que hacemos, así como poniendo foticas y algún que otra vídeo. A ver si en la lejanía podéis disfrutar de los paisajes. Y si os da envidia, ya sabéis: Noruega está a un tiro de piedra... ejem, ya me entendéis.
p.s. El titulo ya lo explicaré otro día ;p
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